Tras el anuncio de la ruptura entre el tenista Carlos Alcaraz y el técnico Juan Carlos Ferrero, no tardaron en salir especulaciones de todo tipo, y casi todas apuntaban a la plata.
Un mensaje de Ferrero en las redes dio una clave en principio: "Me hubiera gustado seguir", escribió en su cuenta de Instagram dando a entender que no había sido decisión suya. Poco después, los motivos saldrían a la luz y apuntan más a una destitución que una ruptura.
Según el portal especializado Notilibre, Ferrero percibiría entre 300.000 y 500.000 € al año, una cifra que aumentaba considerablemente con bonificaciones por títulos y rendimiento.
En el mundo del tenis, es habitual que los entrenadores reciban entre un 10 % y un 20 % de los premios que ganan sus pupilos en torneos. Si consideramos que Alcaraz ha ganado más de 30 millones de dólares en premios ATP a sus 22 años, Ferrero habría recibido un plus de otros seis millones.
Carlos Alcaraz ha cerrado 2025 con una mareante cifra de ganancias con la final en Turín: más de 15 millones de euros tras ocho victorias y dos Grand Slam. Un buen pellizco del que Ferrero podría llevarse en torno a tres millones, según varios medios especializados.
Además, también recibe un porcentaje en los contratos de patrocinio que gestiona el equipo de Alcaraz.
La ruptura se hace pública tan solo unos días después de que Juan Carlos Ferrero y Samuel López fueran designados por la ATP como mejores técnicos del año 2025.
Según informó el periodista de Radio Nacional España (RNE) Javier de Diego con respecto al adiós de Ferrero se debía a que relación Carlos padre - Juan Carlos se había tornado complicada desde hacía tiempo.
De hecho aseguró que el padre del tenista tiene una Academia desde 1993 y lógicamente prefiere que el nombre y el apellido que comparte con su hijo se asocien a su propia Academia y no a la de Juan Carlos. Desde hace bastantes meses, esa ha sido la orden y así han cambiado los mensajes públicos y hasta la publicidad en la ropa del equipo durante los entrenamientos.
